A lo largo de estos casi veinte años de historia, en M200, hemos ganado muchísima experiencia acerca de las mejores prácticas a la hora de imprimir. Estos son los conocimientos que, todos los días, tratamos de volcar en beneficio de nuestros clientes y en la mejora de nuestro servicio.

El uso de equipamiento de marcas reconocidas en el mercado, el soporte de un servicio técnico oficial y de calidad, y el uso de consumibles originales son algunas de las premisas que logran un óptimo servicio.

Dentro del capítulo de los insumos, por supuesto que un protagonista fundamental de esta historia es el papel. Ya hemos dedicado alguna que otra nota a lo que refiere, por ejemplo, a un flagelo para este tipo de productos: La humedad.

Ahora bien, más allá de esto, existe una serie de medidas a tener en cuenta a la hora de seleccionar el papel. La mayoría de las empresas que brindan servicios de impresión, como M200 lo hace, no incluyen el papel entre sus prestaciones. Esto hace que algunos se desentiendan de este punto, por considerarlo un tema menor. ¡Pero no es nuestro caso! Nosotros tratamos de proporcionar pautas a nuestro cliente a la hora de trabajar con el papel en nuestros equipos.

Aquí les dejamos algunas recomendaciones a tener en cuenta a la hora de hacer una elección y sobre el uso correcto del papel:

  • CALIDAD: Es importante buscar marcas de buen nivel ya que un papel de baja calidad trae aparejada una pobre calidad de impresión que puede confundirse, por ejemplo, con una mala resolución de la impresora,
  • DESPERDICIO: En relación con el punto anterior, un papel de mala calidad provoca eliminación de más restos dentro del equipo. Ese desperdicio genera suciedad que implica una mayor cantidad de paradas técnicas de los dispositivos.
  • GRAMAJE: Es altamente recomendable trabajar con papel de 80 grs/m2 para evitar trabas constantes.
  • PAPEL RECICLADO: A menos que sea papel muy cuidado, es aconsejable no usar hojas que ya hayan tenido una pasada por la impresora. Como los componentes del equipo funcionan con calor, el papel queda expuesto a una temperatura que altera sus propiedades en la primer pasada.
  • AIREAR LAS HOJAS: Es importante, antes de colocar el papel en las bandejas, que se “airee”, es decir, que se abran un poco las hojas en una manipulación parecida a la de un mazo de naipes. Esto permite que entre el aire y no pase más de una hoja a la vez, evitando las trabas y roturas.
  • CONSERVACIÓN: Retirar las hojas que no se hayan usado al terminar el día y guardarlas en algún lugar seco, también es una acción muy destacable.

Es fundamental tomar en consideración estos puntos porque, más allá de que logran un cuidado tanto en los equipos como en las presentaciones de documentos, el uso y manejo responsable del papel optimiza el trabajo y evita las pérdidas de tiempo.

¡A tenerlo en cuenta!